En
octubre de 1915, abrió sus puertas la "Residencia de Señoritas" en
Madrid, dirigida por la pedagoga María de Maeztu, con el objetivo de fomentar
la formación superior de las mujeres españolas.
María de Maeztu...ENLAZA
La
primera promoción estuvo formada por 30 estudiantes que se instalaron en lo que
había sido "La Residencia de Estudiantes" desde 1910, a su vez,
heredera de la Institución Libre de Enseñanza fundada por Giner de los Ríos en
1876....ENLAZA
Señoritas de la Residencia junto al presidente Niceto Alcalá
Zamora
Tras
la progresiva incorporación de numerosas señoritas, la Residencia tuvo que
organizar distintos grupos y ampliar sus instalaciones en distintos edificios
en Madrid con capacidad para casi 300 estudiantes. Además de los alojamientos,
tenía laboratorios para prácticas de las estudiantes de farmacia, biblioteca y
salones para conferencias y conciertos.
Entre
sus numerosas alumnas destacaron figuras como la política Victoria Kent, la
especialista en derecho Matilde Huici, científicas como María García Escalera y
Cecilia García de la Cosa así como importantes pedagogas: Juana
Moreno, María Comas Camps, Carmen Castilla, Margarita de Mayo Izarra, Carmen
Isern...
Maruja Mallo
Entre
sus excelentes profesoras destacan María Goyri, María Zambrano, Victorina Durán o Maruja
Mallo. Además se contó con
numerosas conferenciantes como la pedagoga italiana María Montessori, la
chilena Gabriela Mistral, premio Nobel de literatura o la intelectual argentina
Victoria Ocampo. La residencia acogió a visitantes tan ilustres
como a la única mujer dos veces premio Nobel Marie
Curie. También fue el punto de partida para la creación de la Asociación
de Mujeres Españolas Universitarias y del Lyceum Club, presidido
por María de Maeztu.
Fue
fundamental para su desarrollo la contribución del Instituto Internacional de
Boston, con el que se llevaron a cabo programas de intercambio con
estudiantes y profesoras extranjeras a las que la Residencia de Señoritas
cubría su estancia. Algunas renombradas profesoras del Instituto Internacional
dieron clases en la Residencia de Señoritas como Susan Huntington y Mary Louise
Foster, creadora del Laboratorio de Química de la Residencia y la hispanista
Caroline Bourland. También destaca el programa de intercambio con Smith
College, y otras universidades ofrecieron becas a estudiantes españolas.
Los archivos que se conservan de la Residencia contienen una valiosa correspondencia en la que se documentan las relaciones con distintas instituciones como la International Federation of University Women, asociación feminista, que celebró un Congreso en Madrid en 1928 y cuyas participantes fueron acogidos en las instalaciones de la Residencia y otros organismos como el "National Council for the Unmarried Mother and Child", la "British Federation", la "Liga de las Naciones sobre Derechos de la Mujer", la "International Woman Suffrage Alliance" o la "Ligue Internationale des femmes pour la Paix et la Liberté".
El archivo también una interesante
correspondencia entre María de Maeztu con sus alumnas y sus familias, cartas de
recomendación y otras dirigidas a personajes importantes de la sociedad
españolas entre ellas destacan las mantenidas con la Generación del
98 como Azorín, Pío Baroja, Unamuno o Ramón María
del Valle Inclán. Con destacadas mujeres de la vida pública
como María Zambrano, María Goyri, Concha Espina, Victoria
Kent, Clara Campoamor, Zenobia Camprubí y también con otros
personajes como Luis Jiménez de Asúa, Gregorio Marañón o Rafael
Alberti.
La aparición de la
Residencia de Señoritas se relaciona estrechamente con el cambio en la
situación social de las mujeres en España que supuso mejoras en su acceso a la
educación y a la vida profesional, y avances frente a la discriminación que
sufrían ante la ley, de los cuales el más simbólico fue la extensión del
derecho de voto a las mujeres en 1931.
En 1936, el inicio de La guerra civil
española supuso el fin de la "Residencia de Señoritas" y de su
proyecto progresista, modelo de institución que impulsó la educación de
las mujeres españolas.
de la Asamblea General adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.
